Haciendo que todo cuente

Algo que he aprendido en un año apróximadamente ha sido "hacer lo que me gusta", y es que entre las pocas cosas que he realizado en mi vida una de las que me ha dado libertad ha sido la fotografía; bendita actividad que me ha llevado a conocer gente que nunca pensé conocerlas, lugares asombrosos que en mi vida esperé conocerlos.

En este post quiero compartir un poco los inicios de mi vida como fotógrafo de viajes. Todo empieza con las ganas y el ímpetu de realizar cada día algo nuevo, reinventarse y aprender algo que a veces no se para que lo quiero aprender (en mi mente digo: para algo servirá), esas ganas son las que me llevaron a establecer en mi mente uno de los proyectos que he ejecutado y es como lo denominé "Turismo con Propósito", nació de un problema que tuve cuando le pedía a alguien acerca de compartir las fotos de sus viajes conmigo a lo que tuve la respuesta: "las fotos son personales", respuesta que creó en mi ese afán por querer viajar, documentar cada una de mis travesías y compartirlas. Hasta ese momento no sabía como pero la vida siempre trae sorpresas y es que me he dado cuenta que cuando trabajas en algo y lo planteas bien lo demás viene por default.

Tuve claro lo que quería hacer en mi mente y cuando pude inspirar a personas con lo que quería hacer estas se convirtieron en los pilares de este proyecto.

La satisfacción de hacer lo que te gusta no te lo va a quitar nadie porque eres el único autor de cada cosa que hagas, en otro post comentaré más acerca de este tema ya que no quiero aburrirlos.

Mientras tanto los dejo con una fotografía realizada con unos amigos en la Reserva Nacional Antisana en la región amazónica.